Brais García: «La comunicación con el jugador es clave»

Esta semana en nuestra entrevista hablamos con otro de los entrenadores de nuestra Escuela de fútbol sala, Brais García, quien dirige a tres equipos del club: el Patricia Río prebenjamín, Huno Peluqueros alevín y Dental Arias López cadete.

¿Por qué elegiste ser entrenador?

Para mí ser entrenador fue y es una línea que continúa desde la pasión por este deporte siendo jugador, aunque  jugar y entrenar sea muy diferente  los dos pueden nacer de la misma motivación. Quizás a ciertas edades puede que no veas objetivamente la figura del entrenador, ocurre en otras disciplinas como la enseñanza, donde la exigencia y la búsqueda del desarrollo de sus potencialidades puede no ser vista desde el mismo prisma. En ocasiones no se produce esa concurrencia entre lo que desea el entrenador/a para sus jugadores/as y cómo ellos lo perciben. Se pueden confundir, pero si lo ves con madurez y auto crítica, buscan guiar tu desarrollo y aprendizaje esperando lo mejor de ti. Yo estoy agradecido a esas personas que lo hicieron por mí y me gustaría ser esa persona en sus vidas.

¿Qué consejo darías a los jóvenes deportistas para entenderse mejor con su entrenador?

En primer lugar les diría que mirasen hacia sí mismos/as, que siguiesen el camino de la auto exigencia y la persistencia, dando lo mejor de sí y sin rendirse nunca. Si logran hacer esto estoy convencido de que serán valorados/as y apenas tendrán problemas. Aún así creo que la comunicación es clave, es importante que sea bidireccional, que nosotros digamos lo que esperamos de ellos y que ellos nos transmitan lo que les preocupa. Para el jugador/a una situación de gran importancia que puede llevar mucho tiempo enquistada se puede resolver con una simple pregunta, pues para el entrenador/a puede pasar por alto o darle menor importancia.

¿Cómo se preparan los partidos desde el punto de vista de un entrenador?

En general creo que todos intentamos identificar las fortalezas y debilidades de cada grupo, a partir de ahí buscas la reducción de esas debilidades, hacer patentes esas fortalezas para mejorarlas sacándole el máximo rendimiento posible y buscar un equilibrio en el juego que te permita hacerlo. Para cada partido buscas reforzar lo que crees que puede generar más ocasiones al rival o propiciar una situación a la que les cueste más adaptarse que a tu equipo, en defensa elegir la que posibilite que el rival genere el menor número de ocasiones y evitar las situaciones de juego cómodas y en que suelen tener éxito. Una vez identificado esto, tus jugadores/as tienen diferentes características y pasan por diferentes estados (anímicos y de forma), en función de esto eliges a los que mejor se adapten a la situación anteriormente descrita y posteriormente lo adaptas a las situaciones variables del partido.

¿Y cómo se motiva a un jugador?

Creo que varía mucho con la edad, en la edades más tempranas hay una motivación intrínseca por el deporte que practican y no hay que incidir mucho desde fuera. Creo que es hacia el final de la formación o ya en adultos donde cobra mayor importancia, en este aspecto aún tengo camino por recorrer, pues la mayoría de mi experiencia es con categorías inferiores. A pesar de esto la clave para motivar radica en diferentes aspectos, a nivel general me parece importante buscar objetivos y conductas en positivo, que estos sean alcanzables y que se puedan visualizar a corto-medio plazo, para que todo ese esfuerzo y dedicación tengan una meta que no se muestre inalcanzable. En positivo para que sea un reto y no una lista errores a evitar, pues a la larga puede limitar al jugador/a generando miedo y frustración. Escapar de la visión del error como algo estigmatizante, ya que todos los entrenadores/as y jugadores/as nos equivocamos a diario, y sea siempre una fuente de aprendizaje y crecimiento.

¿Cuál crees que debe ser la virtud más importante en un entrenador?

Desde luego es una pregunta muy difícil de responder y no creo que yo sepa la respuesta. Sí puedo decir algunas que me considero importantes, pero me parece un conjunto de capacidades y actitudes, pues es multifactorial. La adaptabilidad me parece indispensable, a tu grupo con las características y necesidades de cada uno para poder sacar el mejor rendimiento individual y colectivo, a las situaciones cambiantes internas del grupo, a la competición, al momento de la temporada y a todas situaciones variables de un partido. Comunicar y ser inspirador, sé que son diferentes, pero juntas son una aptitud incontestable. Hay entrenadores/as que tienen una ingente cantidad de conocimientos pero no saben cómo transmitirlos o no lo hacen de la forma adecuada, por otro lado hay comunicadores/as geniales pero que no llegan al jugador/a, dan mucha información, el jugador la asimila sin más pero no le llega, no la hace propia. A mi modo de ver lo ideal es llegar a conocer al grupo y proponer algo que acepten y hagan suyo, una idea de la que estén convencidos y vayan a luchar por ella, que no entre en conflicto con sus emociones, sino que éstas empujen en la misma dirección. Sé que lograrlo es muy difícil, pero tiene mucha fuerza.

¿Tienes alguna manía antes de los partidos?

Dentro del gremio me empiezo a considerar un extraño, pues aunque con los años seguramente adquiera alguna, ahora mismo no tengo ninguna concreta.

¿Cuál es el objetivo del equipo esta temporada?

Cualquiera de los 3 equipos es de primer año en su categoría (prebenjamín, alevín y cadete) y aunque son etapas muy diferentes tienen similitudes entre sí. En la escuela el enfoque siempre es siempre formativo, pero en este primer año cobra especial importancia pues asienta las bases que le van a permitir competir mejor la próxima temporada. El principal objetivo es superar los aprendizajes de la etapa anterior y adquirir los de la nueva que inician, adaptándose lo antes posible a las características de la competición para poder estar al nivel del máximo número de equipos.

¿A éstas alturas de la competición, como ves la clasificación, los demás rivales y el nivel de la liga?

Empezaré por los más pequeños, los prebenjamines, es un grupo que no deja de crecer con jugadores que se han incorporado este año y se han adaptado muy bien al equipo, a pesar de que nos cuesta competir todos los partidos, en esta fase de la liga que son los únicos de primer año, avanzan un escalón cada semana. En cuanto a los alevines, en la fase previa tuvimos un grupo complicado y no conseguimos clasificarnos a una liga superior, después de esto estamos cómodos en la competición ganando todos los partidos hasta ahora e intentaremos mejorar el nivel competitivo. Finalmente, en el cadete no pasamos por el mejor momento y aunque el líder de la clasificación está muy lejos vamos a luchar por los primeros puestos hasta el final.

A nivel institucional ¿Qué crees que le falta al fútbol sala para que sea un deporte de masas?

Mi sensación es que el fútbol sala llegó a su punto álgido antes de la crisis económica, en el aspecto económico y mediático aquí en nuestro país. Es una pregunta que me he hecho durante mucho tiempo, pero no tengo conocimientos sobre esto y no he llegado a una respuesta concreta, pues socialmente es un deporte muy exitoso y está presente en toda la sociedad desde hace generaciones. Como le ocurre al resto de deportes mira muy de lejos al fútbol que después de su increíble expansión global y crecimiento económico, el resto de los deportes son casi anecdóticos en este aspecto. También esta gran proximidad que comparten en las características del deporte y las capacidades de los jugadores/as entre sí, hace que dejen por desgracia al fútbol sala en muy mal lugar en la comparación y la elección de uno u otro, arrastrando históricamente esta lacra de hermano menor del gigante mediático.